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INDUSTRIA NACIONAL DE AUTOPARTES CELEBRA LA RATIFICACIÓN DEL T-MEC

Luego de conocer que el Senado de la República ratificó el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (conocido por sus siglas en inglés como T-MEC), Oscar Albín, Presidente Ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA) aplaudió la iniciativa al asegurar que dicha resolución es clave para el sector y fundamental para la economía del país.

Durante una conferencia impartida en el marco de la exhibición Fastener Fair México 2019, Albín planteó que una eventual cancelación del T-MEC habría puesto en riesgo a las empresas ligadas a la producción de autopartes que operan en territorio nacional.

"La industria nacional de autopartes ocupa el número uno en cuanto a la cantidad de piezas que exporta. Mientras que el año pasado las armadoras que operan en México enviaron a Estados Unidos 50 mil automóviles y 10 mil tractocamiones; el sector que represento logró generar 75 mil millones de dólares a través de diversos componentes. Es decir que, ni sumando todos los vehículos terminados, lograron superarnos. Sin embargo, Donald Trump por cuestión mediática —bajo el argumento de que algunas armadoras habían mandado la manufactura a México— agarró 'de puerquito' (sic) a compañías como Ford, General Motors, Mercedes-Benz, BMW y Toyota. Nosotros sabíamos que la industria automotriz terminal que opera en México y sus exportaciones representa para la economía estadounidense un déficit de 85 mil millones de dólares, pero la de autopartes le genera otros 70 mil millones. Es decir, que este último sector representa un gran porcentaje del problema. Así que le apostamos a escondernos para no ser agredidos", señaló.

El titular de la INA reveló que durante las negociaciones del T-MEC, el gobierno estadounidense en varias ocasiones trató de señalar al sector automotriz mexicano como un enemigo cuya producción debía ser regulada mediante reglas más estrictas.

"Nos trataron de atacar asegurando que la manufactura automotriz había salido de Estados Unidos para llegar a México, pero con cifras les demostramos que cuando se firmó el NAFTA, en 1988, Estados Unidos fabricaba 12 millones de automóviles al año, y Canadá sólo dos millones. Hoy en día, en ambos casos, su producción continúa siendo la misma; en tanto que México pasó de ensamblar un millón de unidades a cuatro millones por año, un factor clave que fortalece a la región.

Por ello, la estrategia que empleamos en las negociaciones del T-MEC fue hacerle sentir al Presidente de Estados Unidos que, sin voltear a ver la balanza comercial entre ambos países, debía fortalecer el Tratado. Le planteamos que el enemigo a combatir era Asia y sus 4.8 millones de vehículos que el año pasado logró importar hacia territorio norteamericano. Para nuestra fortuna todo indica que saldremos bien librados", enfatizó.

 

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