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La industria manufacturera en México avanza hacia esquemas en los que las empresas dejan de depender por completo del suministro externo y comienzan a generar y administrar parte de su propia energía.

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La información se desprende de un comunicado emitido por la firma Quartux, en el que se expone cómo el modelo de prosumo está modificando la gestión eléctrica de diversos sectores productivos en un contexto de crecimiento acelerado de la energía solar en el país.

Proyecciones del sector estiman que México podría alcanzar 27.35 gigavatios de capacidad fotovoltaica instalada en 2030, con un crecimiento anual compuesto cercano a 14%.

Crecimiento solar

El documento señala que la expansión de sistemas solares ha ido acompañada de un aumento en el uso de soluciones híbridas y fuera de la red, particularmente en actividades remotas como minería, agricultura y operaciones ubicadas en regiones con limitaciones de infraestructura.

Estos sistemas se apoyan en almacenamiento energético y reflejan la necesidad de estabilidad operativa ante picos de demanda.

La propia dinámica del mercado eléctrico nacional también impulsa esta transición: la compra y venta de energía generó alrededor de 686,270 millones de pesos de producto interno bruto, abriendo oportunidades para parques industriales capaces de integrar esquemas de autogeneración.

Gestión y almacenamiento

De acuerdo con la información del comunicado, una parte central del modelo de prosumo industrial radica en el uso de baterías de litio, que permiten almacenar energía en horarios de menor costo y emplearla cuando aumenta la tarifa.

Este mecanismo puede generar reducciones de hasta 40% en los recibos eléctricos de la CFE y se ha implementado en fábricas, hoteles, supermercados y otros establecimientos con alta demanda energética.

Además de reducir la exposición a variaciones tarifarias, estos sistemas funcionan como respaldo ante interrupciones y permiten disminuir emisiones de carbono, lo que facilita el cumplimiento de criterios de sostenibilidad y acceso a incentivos asociados a energías limpias.

Transición energética

El comunicado describe que el entorno internacional marcado por el cambio climático y la paulatina salida de combustibles fósiles está impulsando la adopción de modelos que combinen generación distribuida y almacenamiento avanzado.

Para empresas orientadas a la competitividad, el control directo sobre parte de su energía se convierte en un componente relevante de su operación cotidiana y en un mecanismo para reducir vulnerabilidades frente a las fluctuaciones del mercado eléctrico.

Esta evolución muestra cómo la energía comienza a ocupar un lugar estratégico en las decisiones industriales, no solo para reducir costos, sino también para asegurar la continuidad operativa y preparar estructuras productivas capaces de responder a escenarios cada vez más exigentes.