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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó su Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para el tercer trimestre de 2024, revelando que el sector manufacturero perdió 95 mil empleos en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Este retroceso contrasta con un incremento total de 361 mil empleos en el país, liderado por sectores como construcción y servicios sociales.

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Según el informe, la población ocupada alcanzó los 59.5 millones, de los cuales el 16% corresponde a la manufactura, un sector clave en el desarrollo económico nacional.

Sin embargo, este porcentaje disminuyó respecto a 2023, reflejando una presión en la dinámica laboral de esta industria.

Por el contrario, la construcción añadió 69 mil empleos, mientras que los servicios sociales incrementaron su plantilla en 124 mil personas.

El sector secundario, que incluye a la manufactura, representó el 24.7% del total de la población ocupada.

A pesar de la disminución en manufactura, la construcción y la industria extractiva mostraron leves incrementos, equilibrando en parte la caída global del sector.

En contraste, el sector terciario, que abarca actividades de servicios y comercio, continúa siendo el motor principal de la economía con el 63.2% de la población ocupada.

Dentro de este segmento, destacan los restaurantes y servicios de alojamiento con un incremento de 194 mil empleos.

El informe del INEGI también muestra diferencias regionales significativas.

Estados como Nuevo León y Chihuahua, con bajas tasas de informalidad laboral (34.9% y 35.9% respectivamente),
mantienen un fuerte componente industrial.

Sin embargo, la pérdida de empleos en manufactura afecta incluso a estos estados, presionando la competitividad frente a otros sectores.

Por otra parte, el empleo en grandes establecimientos aumentó en 269 mil personas, mientras que los micronegocios, donde la informalidad es más común, perdieron 208 mil empleos.Este cambio refuerza la tendencia hacia la formalización del mercado laboral en sectores más organizados.

En un contexto donde la economía mexicana busca consolidarse como un destino clave para la relocalización industrial (nearshoring), los resultados de la manufactura generan cuestionamientos.

Mientras que otras industrias como la construcción capitalizan el dinamismo del mercado, la manufactura parece enfrentarse a desafíos estructurales que limitan su crecimiento laboral.

“El sector manufacturero es fundamental para la economía nacional, pero requiere estrategias específicas para adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado global,” destaca el informe.

Aunque el desempleo se mantuvo estable en un 3% de la población económicamente activa, los datos del INEGI reflejan una mayor presión laboral en sectores específicos.

La subocupación afectó al 8% de la población ocupada, una cifra que se mantuvo constante respecto al año pasado, pero que resalta la necesidad de empleos con mayor calidad y estabilidad.

Los contrastes entre sectores subrayan la importancia de diversificar estrategias económicas, apoyando no solo el crecimiento del empleo, sino también la calidad de este en industrias clave como la manufactura.