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En las últimas décadas, México ha conformado una red de Tratados de Libre Comercio y otros acuerdos para la promoción de las inversiones, con el propósito de extender globalmente sus relaciones comerciales.

México cuenta con 14 Tratados de Libre Comercio con 50 países (TLCs), 30 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) con 31 países o regiones administrativas, y 9 acuerdos de alcance limitado (Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial) en el marco de la Asociación Latinoamericana
de Integración (ALADI)1.

Si bien otros países tienen tratados comerciales similares y buscan competir en los mercados en donde México participa, lo cierto es que, ante su ubicación privilegiada, nuestro país representa una opción única y económica para el mercado mundial, lo que ha impulsado el fenómeno del Nearshoring.

Ejemplo de ello son Tailandia e Indonesia, que tienen 38 y 41 acuerdos, respectivamente. Ambos son países competitivos, pero a ellos les cuesta entre 11,000 y 11,600 dólares mandar contenedores a Estados Unidos, mientras que enviarlos desde nuestro país tiene un costo de 3,800 dólares, es decir, la cuarta parte.

México logró un hito al superar a China como el principal exportador hacia Estados Unidos en el año 2023 debido a esta situación.

El desafío de seguridad

El nearshoring es un fenómeno que está aumentando en nuestro país, pero que impone un reto de seguridad muy importante, ya que los delitos que están afectando el transporte de mercancías, principalmente vía terrestre, se efectúan con violencia.

De acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, el transporte ferroviario y el autotransporte son las principales formas de movimiento de carga en México, ya que juntos representan el 69.8% del total de toneladas transportadas. Específicamente, el autotransporte distribuye el 56% de la carga nacional.

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Para enero de este año, se habían recibido cerca de 118 mil contenedores que llegaron de China, con distintas mercancías y diferentes destinos, lo cual exige una estrategia de envío a través de nuestro mapa carretero; el problema son los riesgos de seguridad, los mismos que también afectan a todas las demás mercancías que llegan de otros países, además de lo que se produce en México, como es el caso de los alimentos.

De acuerdo con la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular, durante 2023 se registraron más de 3,395 robos vehiculares en el territorio nacional, y el 50% de ellos correspondieron a vehículos pesados; cifra 7.5% superior con relación al 2022.

La inseguridad, entonces, puede afectar al desarrollo de nearshoring, ya que las empresas requieren contar con transporte seguro por los caminos de nuestro país, y si bien es cierto que a las autoridades les corresponde diseñar estrategias de protección a través de sus diferentes cuerpos de seguridad, las empresas deben enfocarse en cumplir con la normatividad vigente, las regulaciones exigidas, los permisos, autorizaciones, y la observación de estándares internacionales, lo cual les ayuda a protegerse.

El detalle es que, en México, solamente 1% de las empresas ha incorporado estándares internacionales, normas ISO o de la NFPA, además de que tampoco hay organismos suficientes para obligar a que la normatividad entre en vigor.

Los estándares internacionales son imprescindibles, ya que obligan a realizar el análisis de riesgo, aplicar normas como la ISO 31000, que proporciona un enfoque común para gestionar cualquier tipo de riesgo, o la ISO 28000, que se orienta a la gestión de seguridad de la cadena de suministro; estas prácticas contribuyen a disminuir los riesgos y a configurar un ambiente más seguro para el nearshoring.

Tomando esto en cuenta, del 16 al 18 de abril se llevará a cabo Expo Seguridad México 2024, un evento en donde se difundirán buenas prácticas y se promoverán las ventajas de aplicar estándares internacionales que disminuyen los riesgos en puestos claves de logística y de la cadena de suministro.