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Los transmisores son equipos de medición de gran utilidad en una planta, ya que son capaces de convertir diferentes magnitudes físicas clásicas en una señal eléctrica.

Además de hacer esta conversión de manera rápida y exacta, también hace posible trasmitir los resultados a distancias mayores. Existen diferentes tipos de transmisores, acordes a valor que se va a medir, y de acuerdo con la empresa Controles y Repuestos Industriales (CRISA), estos son algunos de los más comunes:

Transmisor de presión. En el mundo de la industria química, alimenticia y en la generación de energía, el monitoreo y control de presión en fluidos y gases y el procesamiento de estos datos es de gran relevancia.

Estos equipos pueden brindar medición absoluta o relativa y medir la presión de vacío o la presión manométrica. Algunas marcas cuentan con versiones para áreas peligrosas.

Transmisores de temperatura. Esta es la variable física que se mide con más frecuencia en la industria y debido a las necesidades de aplicación, existen modelos con sensores multipunto, adecuados para la medición, indicación y transmisión continua de temperatura en líquidos normales, peligrosos o sólidos granulares.

La medición en estos equipos se realiza mediante sensores de temperatura electrónicos colocados de manera equidistante a través de la sonda. Cada sensor envía la temperatura en tiempo real medida en su ambiente al cabezal del transmisor.

Transmisores de pH, ORP, oxígeno disuelto y conductividad. Si bien podrían parecer muchas variables para un solo equipo, lo cierto es que estos existen debido a la gran demanda en las mediciones de variables analíticas en prácticamente todos los sectores de la industria.

El análisis de fliodos y control constante sobre la dosificación de diversos productos químicos es crucial para diferentes procesos, como el tratamiento de agua, la generación de vapor o energía, los sistemas de riego y control de calidad, por mencionar algunos ejemplos.

Transmisores de nivel. Dependiendo del modelo, estos pueden proporcionar una señal de medición de 25 GHZ y rangos de medición de hasta 23 metros. Los datos se transmiten a través de una red Etherned inalámbrica a una ubicación central para proporcionar información crítica a los operadores o ingenieros sobre la capacidad y las operaciones de bombeo necesarias.

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Gracias a estas características, pueden aplicarse en líquidos y lodos en general, por lo que son de gran utilidad en la industria de aguas, aguas residuales, de generación de energía y en la industria de alimentos y bebidas.