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5 tipos de abrasivos para procesos industriales La abrasión es una tarea que se realiza en diferentes sectores, sin embargo, elegir el abrasivo adecuado requiere algunos factores a considerar

Los abrasivos son sustancias cuya finalidad es actuar sobre otros materiales con esfuerzos mecánicos diferentes, como triturado, molienda, corte, pulido, etc.

Se usan en toda clase de procesos industriales, en sectores como construcción, carpintería y la industria automotriz.

Expertos de la empresa AbraTel explican los 5 tipos de abrasivos sintéticos más comunes y sus características:

Microesfera de vidrio
Abrasivo de muy baja agresividad, cuyo uso principal es para limpieza y pulido de superficies. Por su dureza, redondez y finura permite limpiar moldes con gran rapidez, y superficies metálicas como aluminio y acero inoxidable dejando un acabado terso satinado sin remoción de metal perceptible. No contamina la superficie por ser un material inerte.

Es empleada en cabinas y cuartos con sistema de succión o presión para procesos de limpieza de moldes, remoción de rebabas, detección de ligeros como carbón o residuos en las superficies de pistones y válvulas, entre otros. Su resistencia al impacto permite varias recirculaciones en cabinas de Sand Blast, y existen 10 medidas diferentes que permiten resolver cualquier necesidad.

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Óxido de aluminio
Su principal característica es la velocidad de limpieza y/o preparación de superficies proporcionando un excelente anclaje para la aplicación de recubrimientos posteriores.

Con la adecuada presión y elección del tamaño del grano se pueden obtener diferentes resultados que van desde la limpieza de materiales fuertemente adheridos a las superficies, hasta el grabado en vidrio, cerámica, resinas y otros materiales.

Existen dos tipos principales, el café, que es uno de los más populares en el mercado debido a su rapidez en la limpieza, profundidad en su corte y reutilización; y el blanco, que es ideal para aplicación en superficies como acero inoxidable, bronce, latón, aluminio, composiciones aeronáuticas en titanio, entre otros.

Granalla de acero
La granalla angular es óptima para realizar preparación de superficies en aplicaciones de recubrimientos ya que deja un anclaje muy profundo.

Su presentación angular es frecuentemente usada en los equipos de Sand Blast (chorros de arena) y, debido a su peso y dureza, es importante contemplar que si se trabaja con granalla de acero angular sobre materiales que no se vayan a recubrir, algunas partículas pueden incrustarse sobre la superficie, lo cual generará brotes de oxidación.

Una de las ventajas del gran peso de su partícula es la baja generación de polvo; por lo que la de tipo esférica se usa regularmente en las máquinas granalladoras.

Carburo de silicio
Es el abrasivo más duro y afilado en el mercado. Está clasificado como 13 en la escala de dureza de Mohs, haciéndose ideal cuando se requiere un corte fino pero profundo al igual que para remover residuos tratados con calor de partes endurecidas.

Este abrasivo tiene un buen número de reúsos, ya que cuando las partículas se estrellan en partículas más pequeñas no pierde su filo, por lo que sigue teniendo una buena acción de corte a pesar de reducir su tamaño.

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Abrasivos agrícolas
Existen una gran variedad, sin embargo, los más conocidos son la cáscara de nuez y el olote de maíz.

Son ligeros y suaves si son utilizados con el equipo de Sand Blast. La técnica y la atención adecuada pueden remover pintura de la madera, plástico, metales de calibre ligero y otras superficies duras.  Este tipo de abrasivo es utilizado para limpiar motores eléctricos sin dañar la lámina y los cables aislados.

Ideal para limpieza de moldes, husillos, hileras de extrusión, turbinas, álabes, etc., así como para el tratamiento y limpieza de superficies de piezas delicadas.

Un abrasivo debe elegirse tomando en cuenta el material con el que se trabajará.

En materiales suaves se deben usar abrasivos de grano grueso y los abrasivos de grano fino son ideales para el uso en materiales frágiles y quebradizos que permitan conseguir un acabado fino.

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