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5 Pruebas que tu calzado de seguridad debe cumplir Estas pruebas, realizadas bajo la norma internacional ISO 20344, garantizan que el calzado cumpla con el fin para el que fueron hechos: proteger

Existen procesos que, por sus características, pueden ser considerados “de riesgo”, en los cuales es obligatorio tanto por seguridad como por ley el uso de equipo de protección personal, entre ellos el calzado.

Aunque anteriormente su uso estaba relacionado con la incomodidad y falta de estética debido a su diseño tosco y pesado, hoy en día es posible encontrar zapatos que además de brindar protección, son cómodos y con modelos atractivos que muchas veces combinan la tecnología industrial con un diseño deportivo.

Reebok es una de las marcas de calzado deportivo que ha hecho colaboraciones con fabricantes de calzado industrial para hacer modelos cómodos, seguros y estéticos.

Más allá de su apariencia, para garantizar que se usa el calzado correcto es necesario definir para qué se van a utilizar y las condiciones que se tendrán en el área de trabajo: si se cargan objetos pesados es necesario tener casquillo de policarbonato que protejan los dedos, si se trabaja con corrientes eléctricas deben incluir materiales dieléctricos, si se está mucho tiempo de pie, la suela debe ser cómoda y reducir la fatiga, y si hay líquidos o se trabaja por varios niveles, las suelas deben ser antiderrapantes para evitar caídas.

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especialización

Una vez definidas estas necesidades, ¿cómo saber si el calzado cumple con las normativas de cada característica? La respuesta es simple, los fabricantes certificados de este tipo de calzado deben contar con laboratorios de pruebas que les permitan –valga la redundancia– poner a prueba los zapatos para garantizar que cumplan con el fin para el que fueron hechos: proteger.

Un ejemplo de estos laboratorios son los de la firma mexicana Dypro, el cual, con ayuda de tecnología de punta, somete al calzado a diferentes tipos de pruebas dentro de la planta para verificar que sean aptos para usarse.

Entre las pruebas que realizan se encuentran:

Flexión de suela. A través de un flexómetro se determina la resistencia a la flexión de pisos de calzado a 150,000 ciclos, lo que además permite estimar su tiempo de vida.

Flexómetro utilizado en los laboratorios de Drypro

Abrasión de la suela. Esta prueba se utiliza para simular la abrasión del calzado sobre el asfalto y consiste en poner una muestra de la suela en contacto con una cinta de papel abrasivo o lija.

Elongación de caña. Por medio de un tensiómetro, una muestra del calzado se somete a un máximo de elongación. Esto permite definir hasta dónde se puede “estirar” para evitar rozadoras o ampollas por ser demasiado rígidos.

Básculas Sartorius. Estas ofrecen altos niveles de exactitud y precisión en pruebas analíticas, por ello se utilizan para obtener una densidad y pesos específicos en los materiales que se usan para la fabricación del calzado, para garantizar que todos cumplan con las mismas características.

Perforación. Con esta prueba se determina la resistencia a la compresión de punteras de acero y la resistencia a la perforación de suelas de zapatos.

Cabe destacar que estos procesos se hacen bajo la norma internacional ISO 20344, la cual especifica los métodos de ensayo para el calzado diseñado como equipo de protección individual.

Al realizar estas pruebas, se garantiza que el diseño de los zapatos cumple con las especificaciones acorde a la función para el que fueron fabricados, y con ello, que son capaces de proteger al trabajador en su área de trabajo.

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