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¿La semana laboral de 4 días es posible en la manufactura? Esta modalidad de trabajo ha logrado que las empresas cumplan sus objetivos de ventas en menos tiempo, menos agotamiento laboral, niveles de estrés más bajos y mayor productividad.

A raíz de la crisis por la pandemia de COVID-19, empresas de todos los tamaños constataron el valor de su personal, de su salud y bienestar, implementando términos como trabajo flexible y trabajo remoto con el fin de lograr un equilibrio entre la vida laboral y personal y así evitar mayores daños a sus procesos de producción.

Una de las propuestas más populares –aunque también más descartadas– son las semanas laborales de cuatro días. Esta idea, que surgió como un experimento en Japón, ha sido implementada por gigantes tecnológicos como Microsoft, donde los resultados superaron las expectativas.

Con la semana laboral de cuatro días, Microsoft logró un incremento de 40% en sus ventas y una reducción de 23% en su consumo de electricidad, además de mejoras en
su productividad.

Gran parte de la atención de los juicios respecto a trabajar cuatro días a la semana se ha centrado en la transformación de la vida de los trabajadores de oficina. Sin embargo, esta nueva normalidad también podría aplicarse a industrias como la manufactura, donde existe una brecha laboral y la industria está tratando simultáneamente de mejorar la productividad y corregir los problemas de la cadena de suministro.

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En esta nueva opción de trabajo, el personal labora menos pero en turnos más largos, esto con el fin de cubrir la misma cantidad de horas en una semana de cuatro días que con cinco. En el caso del sector industrial, para que esto sea posible es vital contar con la tecnología adecuada que permita mantener este ritmo sin afectar el nivel de producción.

De acuerdo con Denis Pineda, presidente Regional para Latinoamérica de Universal Robots, los robots colaborativos, también llamados cobots, pueden ayudar a hacer realidad la semana de cuatro días para los profesionales de manufactura al aumentar los niveles de productividad, lo que facilitará la reducción de horas.

La clave es automatizar tareas fundamentales. Los robots se pueden usar en trabajos sucios, peligrosos y aburridos.

Una semana laboral de cuatro días, lograda a través de la automatización colaborativa, puede garantizar que los trabajadores ya no necesiten dedicar tiempo a tareas menores de la fábrica, sino que concentren su tiempo en roles de mayor provecho y reduzcan el tiempo que pasan en el trabajo, mejorando el bienestar general.

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Si las empresas pueden cambiar la forma en que operan mediante el uso de la automatización, las tareas se pueden condensar en cuatro días, lo que brinda la oportunidad de poder trabajar de manera más eficiente en el proceso de fabricación y, potencialmente, podría producir más en cuatro días, eliminando la necesidad de trabajar un quinto.

Compañías de diversos ramos en países como España, Nueva Zelanda e incluso Estados Unidos han probado operar en semanas laborales más cortas, logrando resultados similares a los de Microsoft, con el cumplimiento de sus objetivos de ventas en menos tiempo, menos agotamiento laboral, niveles de estrés más bajos y mayor productividad.

En México, la Ley Federal del Trabajo establece que la semana laboral es de 48 horas, que generalmente se dividen en ocho horas diarias, seis días a la semana, lo que lo ubica como una de las naciones con las jornadas de trabajo más largas a nivel mundial.

Independientemente de los beneficios que ofrece, debido a la Ley Federal del Trabajo, si las empresas establecidas en el país optaran por implementar esta modalidad de trabajo, tendrían que realizar ciertas regulaciones con el fin de garantizar que no se está violando dicha ley, así como pruebas piloto para analizar sus resultados.

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