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Aunque para muchos el contar con equipo de protección personal como guantes, cascos, caretas o uniformes es suficiente para garantizar la seguridad de los trabajadores, para algunos especialistas existe otro factor que también debe tomarse en cuenta y es el fortalecimiento de la cultura de manejo de máquinas, para que estas hagan su función y protejan al operador al mismo tiempo.

De acuerdo con Oscar Marín Rueda, especialista de Servicios de Seguridad de América Latina de Omron Américas, es importante dar visibilidad a la seguridad del personal desde el punto de vista de seguridad en maquinaria, pues cerca del 50% de los accidentes laborales están relacionados con estos equipos.

En 2016, en México se reportaron 1,009 defunciones por accidentes de trabajo, de los cuales el 48% están relacionados con maquinaria insegura.

Para ello, agregó, las empresas deben cuestionarse sobre ciertos factores dentro de sus procesos, como si hay factores de riesgo, si se han definido procedimientos a seguir en caso de accidentes y si estos se pudieron haber evitado.

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También deben de considerar que aunque los trabajadores tengan equipo de protección personal, existen otros factores a analizar, como el conocimiento que tienen de la máquina, los elementos con los que interactúa y qué situaciones podrían ocasionar un descuido.

A veces es cuestión de segundos para que ocurra un incidente, incluso en aquellas tareas que los trabajadores realizan de manera rutinaria.

En este sentido, el experto explicó que entre los accidentes más comunes, las fracturas a nivel de la muñeca y de la mano encabezan la lista, seguido por las amputaciones traumáticas en estas mismas zonas del cuerpo, las hipoacusias (la incapacidad total o parcial para escuchar sonido), y las fracturas de la pierna o el tobillo.

Incidencias en accidentes laborales

Marín Rueda explicó que hay varios elementos que suelen incidir en las zonas de trabajo con mayor número de accidentes, por ejemplo,  en el país, solo el 38% de estos se reportan, principalmente porque no todos generan algún tipo de incapacidad, lo que quiere decir que hay un amplio porcentaje de accidentes de los cuales no se tiene registro alguno.

Otro aspecto importante es que el 80% de los trabajadores con menos de un año en su empleo no cuentan con capacitación sobre los procesos y las maquinarias, por lo que son más propensos a sufrir accidentes; o si los equipos son importados, pues en estos casos muchas veces los manuales e instructivos no están en el idioma local, lo que puede repercutir en su correcta revisión o implementación.

Seguridad en las máquinas

El experto señaló que dos de las causas más comunes de fallas en los sistemas de seguridad de las máquinas son:

1. Problemas en temas de especificación, este tiene que estar sustentado a través de las metodologías de trabajo, las situación actual de la máquina y una correcta evaluación de su estado
2. Que se realicen cambios después de la instalación y comisionamiento

Agregó que es vital que las empresas entiendan que todas las personas que interactúan alrededor de la máquina son un factor esencial para su buen funcionamiento, por lo que recomienda implementar diagnósticos considerando el proceso “con a la persona, sin la persona y a pesar de la persona”.

Ahora bien, ¿por qué se debe de proteger a las máquinas? Oscar Marín Rueda menciona que además de que es un principio básico para la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, cuando un operador es consciente de que su máquina tiene muchos puntos de peligro o zonas de alto riesgo, puede ocasionar que se sienta temeroso de hacer su trabajo, generando angustia física y mental, por lo que garantizar su seguridad puede ocasionar que realice sus funciones con mayor confianza y productividad.

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e instalaciones

Otro factor a considerar es el económico, pues si no se protege la máquina, se pueden incurrir a costos directos e indirectos por los accidentes que puedan llegar a ocurrir, así como generar paros de máquinas por la incapacitación de su operador.

Por ello, el experto hizo un llamado para que las empresas vean a la seguridad no como un gasto, sino como una inversión que permite mejorar los procesos, disminuir tiempos muertos e incluso aumentar la productividad al evitar paros innecesarios.