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La cooperación entre México y Alemania ha rendido grandes frutos, al grado de que nuestro país es su principal socio comercial en Latinoamérica; en tanto que la nación germana es el principal destino para la producción de la industria azteca en Europa.

Hace ocho años, a través de la colaboración entre la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y la Federación de Industrias Alemanas (BDI, por sus siglas en inglés), se optó por impulsar el denominado el modelo de formación dual en entidades como Nuevo León, donde el avance de la industria requería de personal capacitado.

Con el paso del tiempo, lo que arrancó como un programa piloto se ha convertido en una pieza clave en el engranaje de compañías ligadas a sectores como el automotriz y aeroespacial, por citar solo algunos.

Al respecto, José Medina Mora, presidente de la Coparmex, reconoció la valía del modelo educativo que combina el conocimiento adquirido en las aulas escolares con las habilidades desarrolladas en las factorías.

“Hace muchos años que Alemania nos transfirió el modelo de educación dual y lo adaptamos a las necesidades de México en distintos centros empresariales donde se les permite a los estudiantes, además del tiempo en las aulas, tener un espacio en las empresas para complementar su aprendizaje”, señaló.

Por su parte, Joachim Elsaesser, coordinador de la BDI, aseguró que existen casos de éxito en México que incluso les sirven a las industrias alemanas para replicarlos en sus centros de trabajo.

“En Alemania casi todos los empresarios invierten en la educación dual de su gente. Digamos que es una tradición en las industrias medianas y es exactamente esta cultura empresarial la que deseamos compartir con México. Sabemos que, en Monterrey, en la zona Bajío y en otros estados tenemos casos de excelencia de empresas mexicanas con gran proyección en la educación dual, algunos incluso nos sirven de ejemplo”, indicó.

Para Lydia Nava Vázquez, vicepresidenta de Desarrollo Social de la Coparmex, el modelo de formación dual cubre además cierta función social.

“Este modelo cumple a cabalidad tres de los objetivos contemplados en la agenda 2030: educación de calidad, trabajo decente que fomenta el crecimiento económico y la reducción de desigualdades entre los jóvenes de bachillerato técnico. Dicho esquema permite que los alumnos accedan a mejores condiciones educativas con mayores oportunidades para reinsertarse al mercado laboral gozando además de experiencia”, subrayó.

El seguimiento que se le ha dado a la implementación de la formación dual en México arroja cifras interesantes que le auguran su continuidad.

“Desde el 2013 han egresado más de 6 mil 500 alumnos y han participado más de 250 empresas. Actualmente este modelo es impulsado por Coparmex en 24 entidades del país. Nuevo León es de los pioneros en el modelo y junto con Coahuila y León presentan el mayor avance. El 80% de los alumnos que participan en el programa reciben una propuesta u oportunidad para laborar en las empresas y el 60% terminan por quedarse.

Para las empresas implica una reducción significativa de los costos de reclutamiento y de la rotación de personal. Además, logran captar mano de obra especializada y certificada acorde con las necesidades y con las competencias adecuadas”, concluyó.