Notas editoriales

En la industria manufacturera, el compromiso con el medio ambiente ha dejado de ser una simple iniciativa adicional y se ha convertido en una parte central de la estrategia empresarial. Para este sector, la sostenibilidad se vuelve cada vez más necesaria, empresas líderes en el sector han emprendido acciones significativas para minimizar su impacto ambiental sin comprometer su rentabilidad ni su competitividad.

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Rodrigo Tona, CEO de Grupo Ternova, compañía salvadoreña con cinco décadas de trayectoria en la región, explicó cómo su visión de sostenibilidad va más allá de los resultados financieros. “Nosotros definimos que, al final del día, tenemos que generar valor con impacto”, afirmó.

Explica el empresario que este impacto debe extenderse a tres niveles: económico, social y ambiental. El desafío radica en lograr una operación que beneficie tanto al entorno como a las comunidades, sin agotar los recursos naturales.

Grupo Ternova ha avanzado en la implementación de una serie de prácticas de innovación sostenible. La empresa se ha comprometido a reducir su huella de carbono y promover una economía circular, logrando la certificación de carbono
neutro desde 2019.

A través de su planta de reciclaje, Ternova convierte materiales que antes eran desechos en materia prima reutilizable. “Nosotros creamos un modelo de importación de desechos de siete países y montamos una cadena productiva alrededor de una cadena de valor que no existía”, comentó Tona. Este esfuerzo le permite a la compañía cumplir con altos estándares de sostenibilidad y generar nuevos empleos.

Para la firma centroamericana, la sostenibilidad no implica un costo adicional, sino una ventaja competitiva. “Nos dimos cuenta de que la sostenibilidad no debería competir con la eficiencia. Hoy por hoy, ser sostenibles también nos hace más competitivos en costos”, señaló Tona. Al reducir el consumo de energía y eliminar el uso de agua en su proceso de reciclaje, la empresa ha logrado que sus operaciones sean más eficientes y amigables con el medio ambiente.

Conciencia Colectiva

La iniciativa Recicla 503 es otro ejemplo del compromiso de Ternova con la sostenibilidad. Este programa, que comenzó internamente, ha crecido hasta convertirse en una red de reciclaje comunitario en alianza con compañías como Walmart y Nestlé. “Queríamos que fuera un vehículo que perteneciera al ciudadano, no solo a la compañía”, explicó el directivo, quien destacó la importancia de involucrar a la comunidad en el proceso de reciclaje. “Recicla 503 ha permitido recolectar y procesar grandes cantidades de materiales reciclables, generando un impacto positivo en las comunidades donde opera”.

La sostenibilidad no es solo una responsabilidad corporativa, sino una oportunidad para innovar y posicionarse en un mercado en crecimiento. “Si una empresa desea ser competitiva a largo plazo, tiene que incorporar la sostenibilidad como
parte de su estrategia”.

En su visión, el futuro de la industria dependerá de aquellas empresas que sean capaces de adaptarse a la evolución de las normativas y las expectativas de los consumidores hacia productos y servicios responsables con el medio ambiente.

El éxito de la empresa en Centroamérica y su expansión hacia mercados como México reflejan un modelo de negocio que apuesta por la sostenibilidad como una ventaja estratégica. En este sentido, Tona también subraya el papel de las alianzas y la colaboración entre el sector privado y los gobiernos. “No podemos resolver este tema solos; necesitamos trabajar en conjunto y crear una infraestructura adecuada”.

La experiencia de Ternova muestra que la sostenibilidad es alcanzable cuando se alinean objetivos ambientales con prácticas empresariales responsables. Este compromiso es clave para lograr que el sector manufacturero no solo reduzca su impacto negativo, sino que también se convierta en un motor de cambio hacia un futuro más sostenible.