Notas editoriales

Una reducción de 10% en el peso del vehículo puede conducir a un ahorro de combustible del 6 al 8%. Por eso, los fabricantes recurren cada vez más al aluminio, uno de los materiales más importantes para una construcción ligera. Pero las aleaciones de aluminio requieren un maquinado complejo, con procesos complicados y costosos que se realizan a través de varias herramientas.

Además de las configuraciones de herramientas que consumen mucho tiempo, los acabados superficiales inferiores, la formación de rebabas y el desgaste inconsistente de las herramientas son frecuentes. Entonces, ¿cómo pueden los fabricantes de automóviles lograr plazos de entrega más cortos, mejor calidad y mayor ahorro?

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Para un fresado preciso, sin problemas y sin rebabas, es necesario centrarse en los diseños de las fresas. Para el caso del aluminio, existen ejemplos como el de la familia M5, del fabricante sueco Sandvik Coromant, que son herramientas de fresado superficial para desbastar y dar acabado a culatas y bloques, así como piezas de aluminio sólido con operaciones largas de fresado.

Se puede realizar todo el proceso de mecanizado, desde el desbaste hasta el acabado, en una sola operación, en muchos casos, con una profundidad de corte axial de hasta cuatro milímetros. De esta manera, la vida útil de la herramienta se puede multiplicar por cinco en algunos casos, mientras que el tiempo de ciclo se reduce en 200%.

La tecnología escalonada es una característica importante en este tipo de herramientas. Los insertos de diamante policristalino (PCD) están dispuestos en espiral y escalonados verticalmente para eliminar el material de la pieza de trabajo tanto axial como radialmente. El último diente ofrece una geometría de leva para lograr superficies planas de alta calidad. Además, la posición fija del borde de corte de la leva elimina la necesidad de configuraciones que consumen mucho tiempo.

En el caso concreto de la serie M5, la fresa M5Q90 incluye un concepto de fresado tangencial para desbaste, el cual se complementa con la fresa superficial y de reborde (M5R90), una fresa combinada para desbaste y acabado en dimensiones más pequeñas (M5F90), y otra más para un acabado fino (M5B90).

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Otras herramientas complementan las operaciones de maquinado de aluminio con operaciones de bimetales o materiales compuestos de aluminio y hierro fundido gris.

Estas nuevas tecnologías permiten lograr velocidades superiores de alimentación sin astillado, formación de rebabas o arañazos en la superficie. Tampoco
requieren instalación ni ajuste
de los insertos.

Conocer las geometrías de las herramientas de corte representa un avance importante en el maquinado de nuevos materiales y a mayor velocidad. Como en el caso de las herramientas mencionadas, muchas se diseñan en grupos de familia que permiten lograr maquinados completos de manera integral, que dispuestos en un carrusel de cambio de herramientas, pueden reducir también el tiempo ciclo y ayudar a ganar cada vez más rentabilidad.