Noticias industriales

La generación de energía en México enfrenta un dilema entre los político, lo económico y lo comercial que deberá resolverse en los próximos años bajo el propio peso del mercado interno e internacional, sobre todo obedeciendo a los cambios que se están derivando de la restructuración de las cadenas productivas.
Este tema fue abordado en el foro Panorama Energético en México: Oportunidades y Desafíos bajo el Nuevo Gobierno, organizado por la firma Ergosolar, donde se planteó la necesidad resolver temas regulatorios, de generación, almacenamiento y distribución de la energía eléctrica, sobre todo pensando el el ámbito productivo.

Lea También: "Crisis energética: Riesgo para oportunidades del nearshoring "

En el evento, realizado en la ciudad de Querétaro, participaron Mauricio Reyes Carachero; Director General de la Agencia Estatal de Energía en Querétaro; Max Ernesto Hernández, experto en temas legales energéticos por la firma Sánchez de Debanny; Ricardo Torres Hernández, subsecretario de Medio Ambiente de Querétaro, y Luis Stone, CEO de Ergo Solar; en un panel moderado por Fernando Vielma, Director General de Canacintra en Querétaro.

Desde el inicio, la sentencia fue que “no podemos ir en contra del mundo” en temas energéticos, algo que parece, al menos en el discurso, quedar claro para la administración entrante del gobierno mexicano. “Sería verdaderamente una desgracia que teniendo la oportunidad que tenemos en el país”, advirtió Mauricio Reyes, quien dijo confiar en que habrá un gran impulso a las energías renovables porque la próxima presidenta lo ha manifestado. Comentó que aunque la CFE seguirá teniendo el control del sistema eléctrico, requerirá de la iniciativa privada para satisfacer toda la demanda proyectada, por lo que contar con una regulación adecuada será fundamental.

Luis Stone, de Ergo Solar comentó que las energías renovables podrían por fin tener un mayor impulso en los próximos años debido a que en el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN), se plantea ya un incremento de este tipo de energías. Citó como ejemplo la energía solar, cuya capacidad podría incrementarse en 7 Gw.

Se comentó que, este sexenio termina en 2030, fecha en la que se tiene que cumplir con acuerdos establecidos con el acuerdo de Paris y el protocolo de Kioto, por lo que los panelistas consideraron que resulta prácticamente ineludible fomentar la inversión en proyectos de renovables, así como en campos como la electromovilidad y combustibles más limpios; todo ello buscando seguir la tendencia de  mitigar las consecuencias del cambio climático.

Una realidad es que México importa 80% de gas natural de Texas para garantizar la funcionalidad del sistema eléctrico, lo cual es muy riesgoso para la industria en el país, sobre todo ante el escenario de inversión previsto, lo que reitera la necesidad de invertir en fuentes alternativas o renovables, o diversas soluciones, así como fomentar inversiones tales como en las redes de transmisión y distribución.

Ricardo Torres compartió que en la Secretaría de Desarrollo Sustentable se han realizado tres balances de energía para el estado de Querétaro desde 2010.  Indicó que en el estado se consumen alrededor de 100 Petajoules de energía en total entre hidroeléctricos, petrolíferos, gas natural y energía eléctrica.

Sólo el 20% de esa energía eléctrica en el consumo, en la salida. Y en la entrada, pues mucho menos porque aquí se produce energía eléctrica con gas natural.

Realmente en la matriz energética del Querétaro, a la entrada de las necesidades energéticas y de la producción y consumo de energía, más de 90 sigue siendo basada en combustibles fósiles. El gran reto desde el punto de vista ambiental que vaya acompañado con la misión de la agencia es convertir esa matriz energética.”

Torres indicó que se tiene que electrificar la economía, es decir, que la salida, ese 20% indicado, vaya creciendo. “Si vamos a electrificar la movilidad y vamos a dejar de consumir petrolíferos, eso implica que necesitamos incrementar la capacidad de generación dos o tres veces lo que hoy tenemos. En esos números no estoy tan cierto, pero al menos la meta que tenemos en materia ambiental es que al 2030 deberíamos tener unos 700 megawatts de capacidad instalada en energía renovable. Y así al 2050 unos 1700 megawatts. Y son cifras conservadoras”

Los panelists advierten un cambio de ruta con la nueva administración, pero advierten retrasos en decisiones y retos en temas, por ejemplo, fiscales, científicos y tecnológicos para llevarlo a cabo, por lo que la participación de privados será clave para el destino de la energía en México.