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Con la implementación de nuevas tecnologías relacionadas con la automatización y la Industria 4.0, se ha vuelto más necesario acelerar el ritmo de trabajo con la finalidad de poder responder a la demanda que estas requieren.

La fuerza de trabajo deber ser rápida, precisa y organizada, en pocas palabras, con un alto nivel de productividad, pero ¿esto cómo se logra? De acuerdo con la Federación Internacional de Coaching (ICF por sus siglas en inglés), mejorar las habilidades de comunicación, aumentar la autoestima y la confianza pueden ser un primero paso, pero para lograr un rendimiento óptimo, es necesario lograr un equilibrio entre el trabajo y la vida personal, por lo que comparte los siguientes consejos:

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1) Fijar las metas. La planificación con objetivos claros y el establecimiento de fechas para lograrlo facilitarán la concretación y se obtendrán beneficios acertados en pos a los objetivos.

2) Estudiar las dificultades. Esto permitirá detectar los posibles acontecimientos que puedan surgir durante el proceso, lo que servirá de herramienta para la creación de un plan de emergencia con el propósito de tener un plan B para cada momento.

3) Organizar. Esta cualidad comprende diferentes aspectos claves. En primer lugar, la concentración es clave para centrarse y mantener un eje. La escucha activa será necesaria para aprender y abrirse a ello, sin obstruir la mente con pensamientos negativos.

4) Identificar las emociones. No todo se consigue de un día para otro, por lo cual tener un buen manejo de la inteligencia emocional y de control de ansiedad es menester en toda instancia de los desafíos.

5) Buscar asesoría. Ya sea a nivel personal o corporativo, el solicitar asesoría profesional puede ser de utilidad, pues estos representan una guía para el cumplimiento de los objetivos y/o propósitos establecidos.

Ventajas

Está de más señalar que cuando el capital humano aumenta su productividad y se siente satisfecho, las empresas experimentan una serie de beneficios que mejoran no solo el ambiente laboral, sino que también pueden influir en la mejora del servicio. Si bien ventajas puede haber muchas, algunas de las más significativas para las empresas son:

Reducción de costos. Cuando los colaboradores realizan sus procesos en tiempo y forma, de manera organizada, las empresas se ahorran costos operativos, como el pago de horas extras, el pago de los servicios que esto conlleva y el ausentismo por agotamiento o estrés.

Mejor servicio al cliente. De acuerdo con expertos, cuando un trabajador se siente satisfecho con el ambiente laboral y su productividad es reconocida, es más propenso a mejorar interacciones, principalmente con los clientes, optimizando su atención y servicio.

Buen ambiente de trabajo. Si bien puede parecer que este punto impacta más en el trabajador, es importante señalar que cuando los empleados se sientes satisfechos y confiados sobre las tareas a realizar, hay menos probabilidades de presentar ausentismo laboral.

Cuando los empleados se sienten autónomos, trabajan productivamente a tasas más altas.

Como se mencionó anteriormente, es importante que la fuerza laboral tenga un equilibrio entre su vida personal y el trabajo, pues uno de los errores más comunes cometidos por las empresas es pensar que para aumentar la productividad es necesario aumentar las jornadas y ser más estrictos respecto a la administración del tiempo del trabajador.