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En los últimos años, la industria se ha visto sometida a diversos cambios originados por cuestiones políticas, climáticas y tecnológicas que han modificado la preferencia de consumo del mercado, esto sin mencionar la pandemia de Covid-19 que aceleró drásticamente la digitalización de un sinfín de procesos para poder seguir operando.
Si bien estos son grandes retos, lo cierto es que vinieron para quedarse y marcarán las próximas tendencias que los fabricantes y proveedores tendrán que seguir.
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Uno de los ejemplos más recientes sucede en la industria automotriz, pues cada vez son más las armadoras que han ampliado su portafolio de unidades eléctricas o híbridas ante la mayor demanda de vehículos menos contaminantes, lo que ha generado la adaptación o el surgimiento de nuevos proveedores y, en el peor de los casos, la desaparición de otros, pues estos coches requieren menos componentes, muestra de ello es que un tren motriz eléctrico requiere 30% menos partes.
Más de 250 mil personas perderán su empleo en el mercado de motores por combustión si las empresas no se adaptan a la electrificación de los vehículos.
Durante el webinar Retos y tendencias de la manufactura en 2022, organizado por QAD, Luis López, Business Consultant Team Manager, explicó que además de la electromovilidad, la industria tendrá que adaptarse a otros grandes desafíos que ya están marcando el camino a seguir para las empresas, entre ellos:
- Escases de semiconductores. Pese a los esfuerzos del sector automotriz, el impacto de la carencia de chips seguirá durante 2022 y 2023, debido –entre otras cosas– a que la instalación de una fábrica de estos compuestos puede tardar hasta dos años.
- Los OEM´s van a cambiar. Como se mencionó anteriormente, ante el cambio en el número y tipo de componentes, muchos proveedores van a desaparecer, por ello es vital que las empresas analicen sus procesos, sus productos y si estos seguirán teniendo demanda, o bien, el ramo hacia donde pueden orientarse.
- El colapso de la economía de combustibles fósiles. Cada vez son más los esfuerzos de las empresas para disminuir el consumo de energías fósiles y aumentar la apuesta por la energía renovable. Si bien se estima que esta primera se vuelva obsoleta, lo cierto es que será en diferentes tiempos acorde a la región.
- Estímulos a la sustentabilidad. Los cambios en la industria surgen de los requerimientos que demandan los consumidores, en este sentido, ante la cada vez mayor demanda de productos sustentables, se prevé la implementación de estímulos fiscales que premien su consumo o fabricación, uno de los ejemplos más recientes es el presentado en el senado de Estados Unidos, con el que se pretendía beneficiar a los productores de autos eléctricos en suelo estadounidense.
- Jubilación de la Generación X y los Boomers. Muchos de los sistemas de producción que conocemos hoy en día fueron creados por los llamados baby boomers y la generación X, pero la llegada de los millennials y la generación Z trajo consigo nuevos sistemas de producción que revolucionaron a los ya existentes, con hitos, motivaciones y modelos de comunicación diferentes.
Estos retos no vendrán solos, pues de acuerdo con el experto, todo cambio tiene efectos que se harán visibles en diferentes áreas de la manufactura, por lo que próximamente será más común tener tiempos de ciclo de vida más cortos, mayor implementación de trabajos remotos y flexibles, la adopción de nuevas tecnologías, cambios en el modo de compra y entrega, así como tiempos de ciclo de manufactura y entrega más rápidos, con mayor nivel de personalización.
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Por otro lado, agregó, también se verán crisis insólitas en commodities tradicionales, carencia del recurso humano, costos de energía más altos, presión por dual sourcing e inshore, inflación casi generalizada, falta o encarecimiento de capital, menos utilidad de las empresas y los consumidores, y parálisis de acción.
El experto finalizó señalando que aunque los pronósticos no son alentadores, ya que los problemas de colaboración y proveeduría no se han resuelto, no todos son malas noticias, pues justo por esta situación se prevé una gran tendencia entre las empresas y es el proceso de búsqueda para encontrar nuevos proveedores, lo que causará el surgimiento de nuevos competidores y la mejora de los existentes para mantenerse vigentes.
Por último recomendó a las empresas pensar en qué es lo que quieren los consumidores y acorde a ello analizar su situación, “si tienen clientes que suministran componentes para motores de combustión interna y no se han preparado para el auge de las unidades eléctricas, esa empresa va a desaparecer y para ustedes es un negocio menos”.
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