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Dentro del Capítulo 23 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se establece el respeto a aspectos como la no discriminación en el empleo y ocupación, la igualdad de las mujeres en los centros de trabajo y la atención de la violencia de género; por lo que las empresas que trabajan bajo este marco están más expuestas a las denuncias por violación de los derechos fundamentales.

En este sentido, cada acto que se identifique puede tomar un mayor nivel en la denuncia, por ejemplo, con efectos comerciales, ya que México tiene un compromiso con Estados Unidos y Canadá para cumplir en su totalidad lo establecido.

Al respecto, Aleida Hernández, autora del análisis “T-MEC, Reforma Laboral e Igualdad de Género. Apuesta por el adelanto de las trabajadoras”, explicó que en caso de que en una empresa ocurran actos de violencia e intimidación, estos se puedan relacionar con la afectación del comercio, lo cual otorga más fuerza a las denuncias, pues se está afectando la calidad de vida de las trabajadoras cuando son víctimas de una violación en el trabajo.

“La intención es respetar el derecho de las trabajadoras, se trata de poder eliminar la discriminación y para ello los tres socios comerciales se comprometieron a cooperar en el impulso de programas y diseño de políticas públicas y compartir experiencias, para mejorar sus prácticas laborales”, indicó.

Sin embargo, Hernández señaló que no es suficiente que exista la normativa, pues es necesario que se traduzca en una realidad, y para lograrlo se debe insistir en los centros de trabajos la implementación de estas políticas así como la unión de los hombres para asumir el tema de igualdad de género y que estas prácticas no se sigan ignorando.